Cuando se trata de cuidado bucal diario, cada hábito cuenta. A menudo, las personas se centran en el cepillado sin darle la debida importancia al uso del hilo dental. Un paso crítico que no debe omitirse. Integrar el hilo dental en la rutina diaria puede hacer una gran diferencia en la salud dental a largo plazo.
La salud bucal depende de la combinación de diferentes cuidados y hábitos. Es por eso que el rol del hilo dental no puede pasar desapercibido. Ya que, tiene gran importancia, pero su efecto va de la mano con el método que se use. Conoce la forma correcta de usarlo, y los mitos que existen alrededor del mismo. De esta forma, tus dientes estarán protegidos.
¿Para qué se usa el hilo dental?
El hilo dental es una herramienta indispensable para la higiene oral. Debido a que, complementa el cepillado al eliminar la placa bacteriana y los restos de comida que se acumulan entre los dientes. Y son lugares a los que el cepillo comúnmente no puede acceder. Por eso, tiene una acción diferencial que no puedes minimizar.
Esta acción preventiva es crucial porque ayuda a reducir el riesgo de caries dental. Como también, disminuye la enfermedad de las encías (como la gingivitis), y el mal aliento. Utilizar el hilo dental no solo limpia los espacios interdentales. Si no que también es esencial para mantener las encías saludables, minimizando la inflamación y protegiendo contra la recesión gingival.
Es decir, se posiciona como un complemento que puede marcar un antes y después sobre una enfermedad bucal. Su efecto tiene que incorporarse a tus hábitos diarios para que experimentes resultados. Aunque, más allá de la buena intención de tener una salud bucal óptima, debes saber cómo usar este recurso.
¿Cómo usar el hilo dental?
Utilizar correctamente el hilo dental es fundamental para obtener los máximos beneficios. En caso contrario, no solo desaprovechas su función. Si no que, puedes causarte daños y perjudicar el estado de tus dientes. Es por eso que debes considerar los siguientes pasos para usarlo:
- Corta un trozo de hilo
Utiliza aproximadamente 18 a 24 pulgadas de hilo dental, enrollando la mayoría en uno de tus dedos medios. Y una pequeña porción en el dedo medio de la otra mano para recoger el hilo a medida que se ensucia.
- Manejo del hilo
Sujeta el hilo firmemente entre tus pulgares e índices, dejando unos pocos centímetros de hilo en medio para trabajar.
- Inserción
Desliza el hilo suavemente hacia arriba y hacia abajo entre tus dientes. No lo fuerces bruscamente contra las encías, ya que esto podría causar daño o irritación.
- Curva el hilo
Al llegar a la base de cada diente, curva el hilo en forma de «C» alrededor del diente. Y deslízalo suavemente bajo la línea de las encías.
- Desplazamiento
Utiliza un segmento limpio de hilo para cada diente y repite el proceso.
Es recomendable comenzar a usar hilo dental desde la infancia temprana. Tan pronto como los dientes comiencen a tocarse entre sí, y continuar esta práctica a lo largo de toda la vida. Si experimentas dolor al principio, no desesperes. Esto puede suceder hasta que las encías se vuelvan más saludables y se acostumbren al procedimiento.
Mitos y verdades sobre el hilo dental
El uso del hilo dental genera muchas dudas e ideas erróneas a causa del desconocimiento. Por este motivo, es necesario que tomes en cuenta la mayor información posible. Así tendrás un fundamento real al momento de llevar a cabo tu cuidado bucal diario.
- Mito: «Usar hilo dental es doloroso»
Verdad: Si se usa correctamente, no debería ser doloroso. La incomodidad inicial puede ser signo de encías no saludables, pero debería disminuir a medida que mejora la salud de tus encías.
- Mito: «El sangrado es signo de que no debo usar hilo dental»
Verdad: El sangrado ocasional puede ocurrir si las encías están inflamadas por la placa bacteriana. Sin embargo, el uso regular y correcto del hilo dental debería reducir la inflamación y el sangrado.
- Mito: «No necesito hilo dental si mis dientes están separados»
Verdad: Incluso si tus dientes están separados, el hilo dental es crucial para eliminar la placa bacteriana. Y las partículas de comida que se acumulan en los espacios interdentales y bajo las encías.
Deja tu salud bucal en manos de expertos
Aunque el uso regular del hilo dental es esencial, complementar este hábito con visitas periódicas al dentista es igualmente importante. Así podrás realizar cualquier pregunta, y con la certeza de sumar hábitos saludables que cambiarán tu vida positivamente.
Los profesionales no solo pueden enseñarte la técnica correcta para usar esta herramienta. Y recomendarte los mejores productos según tus necesidades específicas. Esto también es importante para no dejarte engañar por ofertas engañosas.
Si no que también pueden ayudar a detectar y tratar problemas bucales antes de que se conviertan en condiciones más serias. No subestimes el valor de una supervisión experta en tu rutina de cuidado bucal.
